TIEMPO ORDINARIO
VIGÉSIMO QUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Agradecidos – 25º Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A.
https://youtu.be/hETSfR_V5EM?si=cKn8ramwNQOY1ubF
Mt 20,1-16. En un mundo consumista como el nuestro, la gratuidad puede ser vista con dudas y hasta sospechas. Así nos volvemos escépticos, suspicaces, recelosos… El amor de Dios no tiene contraprestaciones. Todo es regalo suyo, pura gratuidad.
Un saludo:
Fernando.
A partir de una edad todos somos ya supervivientes. ¿Qué te parece? A partir de una edad todos somos ya supervivientes. Lo he repetido conscientemente. Y en mis últimas semanas me lo digo con bastante frecuencia. La frase y cuanto uno llega a imaginarse me parecen geniales. Ignoro qué te has imaginado al leerla o al volverla a leer. Creo que tanto a ti como a mí nos debe preocupar un dato de esta frase que, pretendidamente sin duda, su autor deja en el aire para que cada uno de sus lectores lo aterrice, lo encarne, lo acepte… ¡lo ilumine y ponga fecha! A partir de cierta edad… En mi caso, creo y confieso, esa cierta edad ya ha llegado.
VIGÉSIMO CUARTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Que tengas un buen final de semana y un buen domingo.
Una forma de vivir – 24º Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
https://youtu.be/szqyNTkAFDY?si=ms35LemdxXQ72NjY
Mt 18,21-35. El perdón es una de las bases para construir una nueva humanidad, tal y como nos intenta enseñar Jesús en este Evangelio. El perdón y la reconciliación son una muestra más del amor de Dios y nos ayudarán a rehacer la humanidad perdida.
Un saludo:
Fernando.
EVANGELIO
No te digo que perdones hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 18, 21-35
En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús:
-«Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?»
Jesús le contesta:
-«No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así.
El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo:
«Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo.»
El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: «Págame lo que me debes.»
El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo:»Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré.»
Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: «¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?»
Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.
Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.»
Palabra de Dios.
VIVIR PERDONANDO
Los discípulos le han oído a Jesús decir cosas increíbles sobre el amor a los enemigos, la oración al Padre por los que nos persiguen, el perdón a quien nos hace daño. Seguramente les parece un mensaje extraordinario pero poco realista y muy problemático.
Pedro se acerca ahora a Jesús con un planteamiento más práctico y concreto que les permita, al menos, resolver los problemas que surgen entre ellos: recelos, envidias, enfrentamientos, conflictos y rencillas. ¿Cómo tienen que actuar en aquella familia de seguidores que caminan tras sus pasos. En concreto: «Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar?».
Antes que Jesús le responda, el impetuoso Pedro se le adelanta a hacerle su propia sugerencia: «¿Hasta siete veces?». Su propuesta es de una generosidad muy superior al clima justiciero que se respira en la sociedad judía. Va más allá incluso de lo que se practica entre los rabinos y los grupos esenios que hablan como máximo de perdonar hasta cuatro veces.
Sin embargo Pedro se sigue moviendo en el plano de la casuística judía donde se prescribe el perdón como arreglo amistoso y reglamentado para garantizar el funcionamiento ordenado de la convivencia entre quienes pertenecen al mismo grupo.
La respuesta de Jesús exige ponerse en otro registro. En el perdón no hay límites: «No te digo hasta siete veces sino hasta setenta veces siete». No tiene sentido llevar cuentas del perdón. El que se pone a contar cuántas veces está perdonando al hermano se adentra por un camino absurdo que arruina el espíritu que ha de reinar entre sus seguidores.
Entre los judíos era conocido un «Canto de venganza» de Lámek, un legendario héroe del desierto, que decía así: «Caín será vengado siete veces, pero Lámek será vengado setenta veces siete». Frente esta cultura de la venganza sin límites, Jesús canta el perdón sin límites entre sus seguidores.
En muy pocos años el malestar ha ido creciendo en el interior de la Iglesia provocando conflictos y enfrentamientos cada vez más desgarradores y dolorosos. La falta de respeto mutuo, los insultos y las calumnias son cada vez más frecuentes. Sin que nadie los desautorice, sectores que se dicen cristianos se sirven de internet para sembrar agresividad y odio destruyendo sin piedad el nombre y la trayectoria de otros creyentes.
Necesitamos urgentemente testigos de Jesús, que anuncien con palabra firme su Evangelio y que contagien con corazón humilde su paz. Creyentes que vivan perdonando y curando esta obcecación enfermiza que ha penetrado en su Iglesia.
José Antonio Pagola
Agradezco que me permitas escribir una presentación muy breve de los comentarios del domingo 17 de septiembre. La cicatrización de la operación de cataratas de mi ojo izquierdo es tan importante como el mensaje que sé que estás esperando una semana más.
VIGÉSIMO TERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Que tengas un buen final de semana y un buen domingo
Presencia Viva – 23º Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
https://youtu.be/YmiBUIpshyE?si=XOn9_1vG6levYNPi
Mt 18,15-20. ¿Qué es Jesús para ti? ¿Cómo le haces hueco en tu vida? En el Evangelio de este domingo Jesús nos enseña cómo vivir en comunidad y, sobre todo, nos deja claro que cuando lo hacemos él se hace presente en medio de nosotros. Porque cuando le seguimos y vivimos como Él nos enseña, Él vive. Le hacemos presencia viva en nosotros.
Un saludo:
Fernando.
23º domingo Tiempo ordinario (A)
EVANGELIO
Si te hace caso, has salvado a tu hermano.
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 18, 15-20
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un publicano.
Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo.
Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»
Palabra de Dios.
HOMILIA
ESTÁ ENTRE NOSOTROS
Aunque las palabras de Jesús, recogidas por Mateo, son de gran importancia para la vida de las comunidades cristianas, pocas veces atraen la atención de comentaristas y predicadores. Esta es la promesa de Jesús: “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.
Jesús no está pensando en celebraciones masivas como las de la Plaza de San Pedro en Roma. Aunque solo sean dos o tres, allí está él en medio de ellos. No es necesario que esté presente la jerarquía; no hace falta que sean muchos los reunidos.
Lo importante es que “estén reunidos”, no dispersos, ni enfrentados: que no vivan descalificándose unos a otros. Lo decisivo es que se reúnan “en su nombre”: que escuchen su llamada, que vivan identificados con su proyecto del reino de Dios. Que Jesús sea el centro de su pequeño grupo.
Esta presencia viva y real de Jesús es la que ha de animar, guiar y sostener a las pequeñas comunidades de sus seguidores. Es Jesús quien ha de alentar su oración, sus celebraciones, proyectos y actividades. Esta presencia es el “secreto” de toda comunidad cristiana viva.
Los cristianos no podemos reunirnos hoy en nuestros grupos y comunidades de cualquier manera: por costumbre, por inercia o para cumplir unas obligaciones religiosas. Seremos muchos o, tal vez, pocos. Pero lo importante es que nos reunamos en su nombre, atraídos por su persona y por su proyecto de hacer un mundo más humano.
Hemos de reavivar la conciencia de que somos comunidades de Jesús. Nos reunimos para escuchar su Evangelio, para mantener vivo su recuerdo, para contagiarnos de su Espíritu, para acoger en nosotros su alegría y su paz, para anunciar su Buena Noticia.
El futuro de la fe cristiana dependerá en buena parte de lo que hagamos los cristianos en nuestras comunidades concretas las próximas décadas. No basta lo que pueda hacer el Papa Francisco en el Vaticano. No podemos tampoco poner nuestra esperanza en el puñado de sacerdotes que puedan ordenarse los próximos años. Nuestra única esperanza es Jesucristo.
Somos nosotros los que hemos de centrar nuestras comunidades cristianas en la persona de Jesús como la única fuerza capaz de regenerar nuestra fe gastada y rutinaria. El único capaz de atraer a los hombres y mujeres de hoy. El único capaz de engendrar una fe nueva en estos tiempos de incredulidad. La renovación de las instancias centrales de la Iglesia es urgente. Los decretos de reformas, necesarios. Pero nada tan decisivo como el volver con radicalidad a Jesucristo.
José Antonio Pagola
Aprender a ser cristiano
En estos días del mes de septiembre y por estas latitudes del hemisferio norte de nuestra casa del mundo andamos despidiendo al verano y colocando cada pieza en su sitio para comenzar un nuevo curso en muchos ámbitos, como el educativo, escolar o académico. Sin embargo, en el ámbito eclesiástico no hay comienzo de nada importante, sino continuación del llamado ‘Tiempo Ordinario’. Es decir, estamos ante la oportunidad de volver a profundizar en el Evangelio del Ciclo A, que es el del Evangelista Mateo.
Sin interrupciones significativas en las celebraciones festivas se nos invita a leer y meditar semana tras semana durante más de dos meses la amplia narración que este Evangelista nos propone para comprender de qué Jesús de Nazaret nos deseó hablar aquella comunidad de seguidores que alrededor de los años setenta del siglo primero se preguntaban por sus opciones en el seguimiento de aquel judío laico de Galilea llamado Jesús de Nazaret.
La mano narradora identificada con el nombre de Mateo nos ha dejado una ‘biografía muy peculiar’ de aquel Jesús que seguramente seguía cautivando a quiénes se seguían preguntando por él.
Recuerdo todo esto con la única pretensión de sugerir que en estos dos meses largos os lectores del tercer milenio tenemos la oportunidad de saborear cómo nos ha dejado contado este Evangelio de Mateo lo que sus estudiosos llaman ‘el camino de subida desde Galilea hasta Jerusalén, la capital de Israel’. En todo este camino (según, Mateo 16,13 hasta Mateo 20,34) el Evangelista pone en boca de su Jesús de Nazaret qué significa ser ‘mesías’ como lo fue el propio Jesús. Creo que esto ya lo he comentado y no dejaré de hacerlo. Es muy importante esta cuestión para seguir aprendiendo cada día a ser ‘cristiano’, porque no se nace como tal ni por el propio bautismo. Aquel Jesús del siglo primero decidió ser ‘cristiano-mesías’ siendo ya adulto entrado en años. Y a nosotros (a cada uno de cuantos así lo deseamos) nos toca igualmente decidir cómo ser ‘cristiano-mesías’. Y, queriéndolo o no, lo solemos hacer.
El final de este camino del aprendizaje ‘cristiano-mesiánico’ es siempre ‘Jerusalén, la ciudad del ‘templo de Yavé-Dios y de todas las instituciones’. Un final del camino, sobre todo, muy conflictivo, como bien puede leerse en Mateo desde 21,1 hasta 27,66. Este final se desarrolla en Jerusalén, la ciudad del conflicto. Y esa Jerusalén de entonces, por la que pisó y paseó Jesús de Nazaret en tantas ocasiones, sigue estando presente en la actual Jerusalén, la amurallada, la de los cuatro barrios con sus características tan peculiares. Tan peculiares por ser asuntos de incumbencia internacional. Recordaré, para terminar ya esta presentación, que esta experiencia de aquel Jesús de Nazaret en su vieja Jerusalén nos la han contado los cuatro Evangelios y con muchísimas variantes. En este par de meses nos vendría muy bien conocer muy a fondo como nos presenta Mateo a su Jesús de Nazaret acusado, condenado, ejecutado y sepultado por aquella Jerusalén convertida en el Huerto de los Callados como su judío Jesús y como todos los allí recordados como enterrados.
Creo que es suficiente para esta nueva semana.
Espero seguir comentando, aquí y contigo, asuntos semejantes dentro de siete días.
A continuación pueden leerse los dos comentarios. Considero curiosa la aportación de Silvio Rodríguez que no hace otra cosa que afirmar una evidencia: el amor es dios. También se encuentran estos comentarios en el archivo adjunto. 42.Domingo 23º del T. O. A.MATEO-Domingo 42º de la Iglesia.Amor-Dios.20230910
Carmelo Bueno Heras
No es cuestión de estar ya rozando los límites de la santidad. Se trata de, como nos recuerda la segunda lectura, de transformarnos “por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto.” Una tarea que no fue nunca fácil, ni siquiera para los Apóstoles, ni para tantos santos que en el mundo han sido. Una tarea que merece la pena. Al final, el Señor nos dará la paga que merezcamos. Ojalá sepamos vivir de tal modo, que la paga sea la mayor a la que puede aspirar un cristiano, la vida eterna. Discerniendo siempre, preguntándonos cada día “qué quiere Dios de mí hoy y ahora, para que el Reino siga creciendo. Para que yo sea más feliz”. Con la ayuda del Espíritu.
VIGÉSIMO SEGUNDO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
De regreso – 22º Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
https://youtu.be/WmM7fx5J0b0?si=UiV9d9KMVBjgALIm
Mt 16,21-27. El verano va llegando a su fin y después de tantos lugares y kilómetros recorridos, es momento de marcarnos de nuevo proyectos para un nuevo curso que comienza. Mateo nos pone en la disyuntiva de seguir los caminos de Jesús o ponernos en línea con otros proyectos de vida distintos a los del evangelio. Por ello es momento de parada y de forma personal y junto a otros marcarnos los objetivos para poner en práctica en adelante. Siempre necesitamos también a alguna persona a nuestro lado que nos lo recuerde, nos corrija y nos anime a continuar para adelante. Jesús también va por delante y nos bendice.
Un saludo:22º Dom. T. O. Ciclo A
Fernando.
Pasó el verano. Llega septiembre.
22º domingo Tiempo ordinario (A)
EVANGELIO
El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo.
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 21-27
En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo:
-«¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.»
Jesús se volvió y dijo a Pedro:
-«Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios.»
Entonces dijo Jesús a sus discípulos:
-«El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.
Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará.
¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida?
¿O qué podrá dar para recobrarla?
Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.»
Palabra de Dios.
APRENDER A PERDER
El dicho está recogido en todos los evangelios y se repite hasta seis veces: “Si uno quiere salvar su vida, la perderá, pero el que la pierde por mí, la encontrará”. Jesús no está hablando de un tema religioso. Está planteando a sus discípulos cuál es el verdadero valor de la vida.
El dicho está expresado de manera paradójica y provocativa. Hay dos maneras muy diferentes de orientar la vida: una conduce a la salvación, la otra a la perdición. Jesús invita a todos a seguir el camino que parece más duro y menos atractivo, pues conduce al ser humano a la salvación definitiva.
El primer camino consiste en aferrarse a la vida viviendo exclusivamente para uno mismo: hacer del propio “yo” la razón última y el objetivo supremo de la existencia. Este modo de vivir, buscando siempre la propia ganancia o ventaja, conduce al ser humano a la perdición.
El segundo camino consiste en saber perder, viviendo como Jesús, abiertos al objetivo último del proyecto humanizador del Padre: saber renunciar a la propia seguridad o ganancia, buscando no solo el propio bien sino también el bien de los demás. Este modo generoso de vivir conduce al ser humano a su salvación.
Jesús está hablando desde su fe en un Dios Salvador, pero sus palabras son una grave advertencia para todos. ¿Qué futuro le espera a una Humanidad dividida y fragmentada, donde los poderes económicos buscan su propio beneficio; los países, su propio bienestar; los individuos, su propio interés?
La lógica que dirige en estos momentos la marcha del mundo es irracional. Los pueblos y los individuos estamos cayendo poco a poco en la esclavitud del “tener siempre más”. Todo es poco para sentirnos satisfechos. Para vivir bien, necesitamos siempre más productividad, más consumo, más bienestar material, más poder sobre los demás.
Buscamos insaciablemente bienestar, pero ¿no nos estamos deshumanizando siempre un poco más? Queremos “progresar” cada vez más, pero, ¿qué progreso es este que nos lleva a abandonar a millones de seres humano en la miseria, el hambre y la desnutrición? ¿Cuántos años podremos disfrutar de nuestro bienestar, cerrando nuestras fronteras a los hambrientos?
Si los países privilegiados solo buscamos “salvar” nuestro nivel de bienestar, si no queremos perder nuestro potencial económico, jamás daremos pasos hacia una solidaridad a nivel mundial. Pero no nos engañemos. El mundo será cada vez más inseguro y más inhabitable para todos, también para nosotros. Para salvar la vida humana en el mundo, hemos de aprender a perder.
José Antonio Pagola
Hay gente que cuida la vida con un cariño que no es noticia, que pasa desapercibido. Hay gente ahí, muy cerca de nosotros que da sentido a este mundo hambriento de ternura. Por ellos, por esos que se dan sin esperar, pondré hoy mi vida también en juego, a caminar.
VIGÉSIMO PRIMER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Que tengas un buen final de semana y un buen domingo.
Un saludo:
21º Dom. T. O. Ciclo A
Fernando
21º domingo Tiempo ordinario (A)
EVANGELIO
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 16, 13-20
Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos.
En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:
-«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»
Ellos contestaron:
-«Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.»
Él les preguntó:
-«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
-«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»
Jesús le respondió:
-«¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.
Ahora te digo yo:
Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo.»
Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.
Palabra de Dios.
HOMILIA
QUÉ DECIMOS NOSOTROS
También hoy nos dirige Jesús a los cristianos la misma pregunta que hizo un día a sus discípulos: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?”. No nos pregunta solo para que nos pronunciemos sobre su identidad misteriosa, sino también para que revisemos nuestra relación con él. ¿Qué le podemos responder desde nuestras comunidades?
¿Conocemos cada vez mejor a Jesús, o lo tenemos “encerrado en nuestros viejos esquemas aburridos” de siempre? ¿Somos comunidades vivas, interesadas en poner a Jesús en el centro de nuestra vida y de nuestras actividades, o vivimos estancados en la rutina y la mediocridad?
¿Amamos a Jesús con pasión o se ha convertido para nosotros en un personaje gastado al que seguimos invocando mientras en nuestro corazón va creciendo la indiferencia y el olvido? ¿Quienes se acercan a nuestras comunidades pueden sentir la fuerza y el atractivo que tiene para nosotros?
¿No sentimos discípulos y discípulas de Jesús? ¿Estamos aprendiendo a vivir con su estilo de vida en medio de la sociedad actual, o nos dejamos arrastrar por cualquier reclamo más apetecible para nuestros intereses? ¿Nos da igual vivir de cualquier manera, o hemos hecho de nuestra comunidad una escuela para aprender a vivir como Jesús?
¿Estamos aprendiendo a mirar la vida como la miraba Jesús? ¿Miramos desde nuestras comunidades a los necesitados y excluidos con compasión y responsabilidad, o nos encerramos en nuestras celebraciones, indiferentes al sufrimiento de los más desvalidos y olvidados: los que fueron siempre los predilectos de Jesús?
¿Seguimos a Jesús colaborando con él en el proyecto humanizador del Padre, o seguimos pensando que lo más importante del cristianismo es preocuparnos exclusivamente de nuestra salvación? ¿Estamos convencidos de que el modo de seguir a Jesús es vivir cada día haciendo la vida más humana y más dichosa para todos?
¿Vivimos el domingo cristiano celebrando la resurrección de Jesús, u organizamos nuestro fin de semana vacío de todo sentido cristiano? ¿Hemos aprendido a encontrar a Jesús en el silencio del corazón, o sentimos que nuestra fe se va apagando ahogada por el ruido y el vacío que hay dentro de nosotros?
¿Creemos en Jesús resucitado que camina con nosotros lleno de vida? ¿Vivimos acogiendo en nuestras comunidades la paz que nos dejó en herencia a sus seguidores? ¿Creemos que Jesús nos ama con un amor que nunca acabará? ¿Creemos en su fuerza renovadora? ¿Sabemos ser testigos del misterio de esperanza que llevamos dentro de nosotros?
José Antonio Pagola
Cuando me amé de verdad
Cuando me amé de verdad comprendí que, en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta y en el momento exacto y entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene un nombre… ”AUTOESTIMA”.
Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional no es sino una señal de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… ”AUTENTICIDAD”.
Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente y comencé a ver todo lo que acontece y que contribuye a mi crecimiento. Hoy eso se llama… ”MADUREZ”.
Cuando me amé de verdad, comencé a percibir que es ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona, solo para realizar aquello que deseo, aun sabiendo que no es el momento o la persona no está preparada, inclusive yo mismo. Hoy sé que el nombre de eso es… ”RESPETO”.
Cuando me amé de verdad, percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, ella tiene una gran y valiosa aliada. Todo eso es… ”¡SABER VIVIR!”.
No debemos tener miedo de confrontarnos… Hasta los planetas chocan. Y del caos nacen las estrellas.
Charles Chaplin
39.Domingo 20º del T. O. A.MATEO-Domingo 39º de la Iglesia.Viajar en cuerpo y alma20230820
VIGÉSIMO DOMINGO ORDINARIO
Que tengas un buen final de semana y un buen domingo.
Madre del Nuevo Mundo
Estamos otra vez en el Principio
y nace el mundo, nuevo, del seno de tu Gracia,
hermosamente grande y sin fronteras.
¡Que callen los profetas fatídicos!
Cabemos todos juntos, hermanos,
en la mesa que el Padre ha abastecido.
¡Que calle todo miedo, para siempre!Los átomos dispersos se engarzarán,
sumisos, en tu manto;
y el cielo, descubierto en mil caminos,
se hará pista a tus viajes de ida y vuelta -de Dios hasta los hombres-
¡nostalgia nuestra, Asunta!…Dios llega al aeropuerto de la Historia;
a tiempo en todo Tiempo,
el heredado pulso de tu sangre.Los sellos del Concilio acuñan tu figura
sobre la piel lavada de la Iglesia,
y llega una corona de voces alejadas,
en pleamar dichosa,
al pie de tu Misterio…Estamos otra vez en el Principio
y ha empezado tu era:
¡por derecho de Madre tú patentas
la luz amanecida!Pedro CASALDÁLIGA
Un abrazo, mi oración y mucha salud.
Domingo XX del tiempo ordinario23
Un abrazo. Antón
20º domingo Tiempo ordinario (A)
EVANGELIO
Mujer, qué grande es tu fe
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 15, 21-28
En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón.
Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle:
-«Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.»
Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle:
-«Atiéndela, que viene detrás gritando.»
Él les contestó:
-«Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.»
Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió:
-«Señor, socórreme.»
Él le contestó:
-«No está bien echar a los perros el pan de los hijos.»
Pero ella repuso:
-«Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.»
Jesús le respondió:
-«Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.»
En aquel momento quedó curada su hija.
Palabra de Dios
HOMILIA
20 de agosto de 2023
JESÚS ES DE TODOS
HOMILIA
JESÚS ES DE TODOS
Una mujer pagana toma la iniciativa de acudir a Jesús aunque no pertenece al pueblo judío. Es una madre angustiada que vive sufriendo con una hija “atormentada por un demonio”. Sale al encuentro de Jesús dando gritos: “Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David”.
La primera reacción de Jesús es inesperada. Ni siquiera se detiene para escucharla. Todavía no ha llegado la hora de llevar la Buena Noticia de Dios a los paganos. Como la mujer insiste, Jesús justifica su actuación: “Solo me han enviado a las ovejas descarriadas de la casa de Israel”.
La mujer no se echa atrás. Superará todas las dificultades y resistencias. En un gesto audaz se postra ante Jesús, detiene su marcha y de rodillas, con un corazón humilde pero firme, le dirige un solo grito: “Señor, socórreme”.
La respuesta de Jesús es insólita. Aunque en esa época los judíos llamaban con toda naturalidad “perros” a los paganos, sus palabras resultan ofensivas a nuestros oídos.: “No está bien echar a los perros el pan de los hijos”. Retomando su imagen de manera inteligente, la mujer se atreve desde el suelo a corregir a Jesús: “Tienes razón, Señor, pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los señores”.
Su fe es admirable. Seguro que en la mesa del Padre se pueden alimentar todos: los hijos de Israel y también los perros paganos. Jesús parece pensar solo en las “ovejas perdidas” de Israel, pero también ella es una “oveja perdida”. El Enviado de Dios no puede ser solo de los judíos. Ha de ser de todos y para todos.
Jesús se rinde ante la fe de la mujer. Su respuesta nos revela su humildad y su grandeza: “Mujer, ¡qué grande es tu fe! que se cumpla como deseas”. Esta mujer le está descubriendo que la misericordia de Dios no excluye a nadie. El Padre Bueno está por encima de las barreras étnicas y religiosas que trazamos los humanos.
Jesús reconoce a la mujer como creyente aunque vive en una religión pagana. Incluso encuentra en ella una “fe grande”, no la fe pequeña de sus discípulos a los que recrimina más de una vez como “hombres de poca fe”. Cualquier ser humano puede acudir a Jesús con confianza. Él sabe reconocer su fe aunque viva fuera de la Iglesia. Siempre encontrarán en él un Amigo y un Maestro de vida.
Los cristianos nos hemos de alegrar de que Jesús siga atrayendo hoy a tantas personas que viven fuera de la Iglesia. Jesús es más grande que todas nuestras instituciones. Él sigue haciendo mucho bien, incluso a aquellos que se han alejado de nuestras comunidades cristianas.
José Antonio Pagola
Leyente,
ahora que te escribo es domingo 13 de agosto. Y te escribo para enviarte el comentario del domingo 20 de agosto. Espero que las fechas no te enreden.
Acabo de llegar del viaje por PalestinaIsrael (once días con otras quince personas). Puedes comprender que se trata de una experiencia que no es fácil contar con palabras, pero que no es complicado pensar que se trata de un hecho importante en la vida de la persona que tiene esa oportunidad. No podría decirte qué fue lo más importante o lo más impactante o lo más significativo o lo más emocionante… Pero, por ejemplo, haber estado en la sinagoga de Nazaret y haber hablado allí, y haber comentado allí y haberlo compartido con otras quince personas llega muy adentro de uno. Y creo que desde hechos así se le comprende mejor a aquel Jesús de Nazaret.
El dato que nos ofrece Lucas me atrapa y clarifica: Subió aquel sábado a la sinagoga como era su costumbre… Y leyó un relato del profeta Isaías, el tercero de los tres Isaías. Y comentó que él se encontraba diametralmente en desacuerdo con el viejo profeta… Un atrevimiento así, me impresiona. El Evangelista Lucas dice que es lo primero que hizo Jesús en su tarea evangelizadora.
No te quito más tiempo de tus tareas de agostero de la vida…
Un saludo muy cordial
Carmelo Bueno Heras
Domingo XX TO Ciclo A (20.08.2023): Mateo 15,21-28. Así lo comento y comparto CONTIGO:
IMPRESIONA CONTEMPLAR LA LIBERTAD DE JESÚS DE NAZARET
El domingo pasado se nos leyó uno de los milagros de este Jesús de Nazaret contados por el Evangelista Mateo en el capítulo decimocuarto de su Evangelio y, en este nuevo domingo, se nos vuelve a leer otro ‘milagro’, la curación de una niña endemoniada, del mismo Jesús y del mismo narrador. Sigo manteniendo el principio en el que creo: los milagros los crea y cree la ignorancia. Habrá que contemplar y meditar despacio sobre las raíces de este nuevo milagro.
Llamo la atención para caer en la cuenta de que este Jesús de Nazaret del Evangelista se encuentra en la región de Galilea y “saliendo de allí, se retiró hacia la región de Tiro y Sidón” (Mt 15,21). En el relato de este domingo (Mateo 15,21-28) el protagonista de la narración de Mateo toma una peligrosa decisión: salir de su tierra judía. ¿Se hizo un migrante? Acabado el milagro, Jesús regresa de nuevo a su tierra de Galilea. En esta tierra ‘entró Jesús en Mateo 4,12. Y en ella seguirá hasta Mateo 19,1. Por eso, me releo este escrito desde Mateo 4,12 hasta Mateo 19,1 para encontrarme con cuatro de los cinco discursos de este Jesús de Mateo y saborear así la inmensa libertad del ‘maestro Jesús’ frente al Legislador Moisés y los profetas de Israel.
Retomo el relato de la buena noticia de este domingo de agosto: Mateo 15,21-28, el encuentro de Jesús con la mujer cananea, la curación de su hija y la presencia de sus discípulos. Este mismo acontecimiento lo cuenta el primero de los sinópticos, Marcos 7,24-30. Pero con alguna variante como lo es la ausencia de los discípulos del Maestro. El Evangelista Mateo nos dice directa y explícitamente que con quien se encuentra Jesús es una mujer cananea. Esta persona ‘atesora’ las cuatro características que identifican al ‘mal judío’ según se define en la Ley del Dios de Moisés y en los dogmas del Salmo primero atribuido a David: impura de Sexo, impura de Raza, impura de Cuerpo e impura de Ley. Además, los profetas de Israel denunciaban como ‘cananeo’ todo aquél o aquello que no seguía las prescripciones de la Voz, la Voluntad y los Mandatos de Yavé-el dios único y verdadero.
Frente a esta realidad religiosa, política, cultural y humanitaria que se practicaba en el Israel del siglo primero de la historia, este Jesús de Nazaret del Evangelista Mateo se atreve a conculcar todas estas prescripciones y decide acercarse y dialogar con aquella mujer. Esta decisión del laico de Galilea le hacer ser blasfemo con su Dios Yavé y hereje con el credo y los dogmas de su religión judía. Este Jesús rompe con aquella RELIGIÓN e inicia la humanización del EVANGELIO.
¿No es éste el milagro de la liberación del demonio de aquella(s) mujer(es) cananea(s)? El milagro no reside en romper o no las leyes de la LEY de la naturaleza, sino en situar en primer plano la humanidad de cada persona. Me impresiona esta libertad de Jesús.
Mientras escribo estas cosas no dejo de contemplar las relaciones que se establecen en mis neuronas que me despiertan una y otra vez, entre otros varios, los relatos del encuentro de este mismo Jesús con un samaritano (Lucas 10,25-37) y una samaritana (Juan 4,1-42). Samaritanos y cananeos frente a judíos; ¿judío frente a palestino?; ¿los de aquende frente a los de allende, de la frontera, del río, del monte, del camino?; ¿humanos frente a enemigos?; ¿la guerra frente a la paz?; ¿la voz del arma frente a la voz de la palabra?…
“Mujer, grande es tu fe. Que te suceda como deseas” (Mt 15,28). Después de escuchar esta palabra de Jesús y de contemplar la práctica de su fe (encuentro y diálogo con la cananea), sólo me queda recordar aquello de su EVANGELIO escrito en Mt 7,12. Carmelo Bueno Heras
CINCO MINUTOS de AIRES BÍBLICOS
. Si se puede decir en un artículo de revista, ¿para qué escribir un libro de 200 páginas?
. Si se puede decir en una página, ¿para qué escribir un artículo de revista?
. Si se puede decir en un puñado de versos, ¿para qué escribir una página?
. Este ‘Cinco minutos de aires bíblicos’ es una semilla que confío a la sabiduría de tu saber leer, que es despertar; de tu saber interpretar, que es cuidar; de tu saber compartir, que es saborear. Siempre pretenderé que esta ‘semilla de los cinco minutos’ tenga la ‘denominación de origen’ de su autor.
Semana 39ª (20.08.2023): VIAJAR EN CUERPO Y ALMA
Viajar para regresar a las sensaciones vitales y a los bellos sentimientos olvidados.
Para remansar nuestra alma ajetreada junto al río que pasa junto al río que somos,
«que el hombre es como el río:
donde se para se ahoga» (H. Guaraní).
Viajar para echarse a la carretera de todos y al camino vecinal,
sin prejuicios ni mosqueos, indígenas de hospitalidad;
nuevas caras, nuevas amistades:
«Nos perdemos por el mundo, nos volvemos a encontrar.
Y así nos reconocemos por el lejano mirar» (A. Yupanqui).
Viajar para tomar el pulso a los pueblos, ejercer de ciudadanos del mundo,
romper fronteras y estrechar manos, compartir modos y crear lazos.
Hasta sentirse plural y a gusto. Viajeros que
«donde hay vino, beben vino;
donde no hay, agua fresca» (A. Machado).
Viajar para soñar despiertos
y andando por la vida perplejos,
con los ojos convulsos de admiración,
el alma asombrada y el corazón dispuesto a amarlo todo:
«el guijarro humilde de las carreteras…
la piedra aventurera,
la piedra de un palacio… o de una iglesia» (L. Felipe).
Viajar ligero de equipaje, mundaneando de hostal en posada,
sintiéndose ropa al clareo, sin prevenciones ni recelos:
“Cuando entréis en un pueblo, al entrar en una casa, saludad;
si no os reciben sacudíos el polvo,
sacudíos el polvo de las sandalias» (Mt 10,14).
Viajar para detener la mirada contemplativa,
encandilada ante tanta maravilla:
la anciana tocada de negro,
el viejo labrador de rostro roturado,
trabajado por la tierra,
el pescador curtido de vientos y sal,
la torre de la iglesia, el mercado,
la taberna o ese rincón de la plaza
en el que medio dormitan los lugareños,
“Cada uno con su trabajo, con sus sueños cada cual.
Con la esperanza delante, con los recuerdos detrás» (A. Yupanqui).
TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR
37.Domingo 18º del T. O. A.MATEO-Domingo 37º de la Iglesia.Táctica y estrategia.20230806
La Transfiguración del Señor (A)
EVANGELIO
Su rostro resplandecía como el sol.
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 17,1-9
En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta.
Se transfiguró delante de ellos y su rostro resplandecía como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.
Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él.
Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús:
– Señor, ¡qué hermoso es estar aquí! Si quieres, haré tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía:
– Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo.
Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto.
Jesús se acercó y tocándolos les dijo:
– Levantaos, no temáis.
Al alzar los ojos no vieron a nadie más que a Jesús solo.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó:
– No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.
Palabra de Dios.
HOMILIA
6 de agosto de 2023
EL RIESGO DE INSTALARSE
Tarde o temprano, todos corremos el riesgo de instalarnos en la vida, buscando el refugio cómodo que nos permita vivir tranquilos, sin sobresaltos ni preocupaciones excesivas, renunciando a cualquier otra aspiración.
Logrado ya un cierto éxito profesional, encauzada la familia y asegurado, de alguna manera, el porvenir, es fácil dejarse atrapar por un conformismo cómodo que nos permita seguir caminando en la vida de la manera más confortable.
Es el momento de buscar una atmósfera agradable y acogedora. Vivir relajado en un ambiente feliz. Hacer del hogar un refugio entrañable, un rincón para leer y escuchar buena música. Saborear unas buenas vacaciones. Asegurar unos fines de semana agradables…
Pero, con frecuencia, es entonces cuando la persona descubre con más claridad que nunca que la felicidad no coincide con el bienestar. Falta en esa vida algo que nos deja vacíos e insatisfechos. Algo que no se puede comprar con dinero ni asegurar con una vida confortable. Falta sencillamente la alegría propia de quien sabe vibrar con los problemas y necesidades de los demás, sentirse solidario con los necesitados y vivir, de alguna manera, más cerca de los maltratados por la sociedad.
Pero hay además un modo de «instalarse» que puede ser falsamente reforzado con «tonos cristianos». Es la eterna tentación de Pedro, que nos acecha siempre a los creyentes: «plantar tiendas en lo alto de la montaña». Es decir, buscar en la religión nuestro bienestar interior, eludiendo nuestra responsabilidad individual y colectiva en el logro de una convivencia más humana.
Y, sin embargo, el mensaje de Jesús es claro. Una experiencia religiosa no es verdaderamente cristiana si nos aísla de los hermanos, nos instala cómodamente en la vida y nos aleja del servicio a los más necesitados.
Si escuchamos a Jesús, nos sentiremos invitados a salir de nuestro conformismo, romper con un estilo de vida egoísta en el que estamos tal vez confortablemente instalados y empezar a vivir más atentos a la interpelación que nos llega desde los más desvalidos de nuestra sociedad.
José Antonio Pagola
DOMINGO 17 ORDINARIO
17º domingo Tiempo ordinario (A)
EVANGELIO
Vende todo lo que tiene y compra el campo.
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 13, 44-52
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
-«El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo.
El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.
El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran.
Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
¿Entendéis bien todo esto?»
Ellos le contestaron:
-«Sí.»
Él les dijo:
-«Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo.»
Palabra de Dios.
HOMILIA 2016-2017 – 30 de julio de 2017
LA DECISIÓN MÁS IMPORTANTE
El evangelio recoge dos breves parábolas de Jesús con un mismo mensaje. En ambos relatos, el protagonista descubre un tesoro enormemente valioso o una perla de valor incalculable. Y los dos reaccionan del mismo modo: venden con alegría y decisión lo que tienen, y se hacen con el tesoro o la perla. Según Jesús, así reaccionan los que descubren el reino de Dios.
Al parecer, Jesús teme que la gente le siga por intereses diversos, sin descubrir lo más atractivo e importante: ese proyecto apasionante del Padre, que consiste en conducir a la humanidad hacia un mundo más justo, fraterno y dichoso, encaminándolo así hacia su salvación definitiva en Dios.
¿Qué podemos decir hoy después de veinte siglos de cristianismo? ¿Por qué tantos cristianos buenos viven encerrados en su práctica religiosa con la sensación de no haber descubierto en ella ningún “tesoro”? ¿Dónde está la raíz última de esa falta de entusiasmo y alegría en no pocos ámbitos de nuestra Iglesia, incapaz de atraer hacia el núcleo del Evangelio a tantos hombres y mujeres que se van alejando de ella, sin renunciar por eso a Dios ni a Jesús?
Después del Concilio, Pablo VI hizo esta afirmación rotunda: ”Solo el reino de Dios es absoluto. Todo lo demás es relativo”. Años más tarde, Juan Pablo II lo reafirmó diciendo: “La Iglesia no es ella su propio fin, pues está orientada al reino de Dios del cual es germen, signo e instrumento”. El Papa Francisco nos viene repitiendo: “El proyecto de Jesús es instaurar el reino de Dios”.
Si ésta es la fe de la Iglesia, ¿por qué hay cristianos que ni siquiera han oído hablar de ese proyecto que Jesús llamaba “reino de Dios”? ¿Por qué no saben que la pasión que animó toda la vida de Jesús, la razón de ser y el objetivo de toda su actuación, fue anunciar y promover ese proyecto humanizador del Padre: buscar el reino de Dios y su justicia?
La Iglesia no puede renovarse desde su raíz si no descubre el “tesoro” del reino de Dios. No es lo mismo llamar a los cristianos a colaborar con Dios en su gran proyecto de hacer un mundo más humano, que vivir distraídos en prácticas y costumbres que nos hacen olvidar el verdadero núcleo del Evangelio.
El Papa Francisco nos está diciendo que “el reino de Dios nos reclama”. Este grito nos llega desde el corazón mismo del Evangelio. Lo hemos de escuchar. Seguramente, la decisión más importante que hemos de tomar hoy en la Iglesia y en nuestras comunidades cristianas es la de recuperar el proyecto del reino de Dios con alegría y entusiasmo.
José Antonio Pagola
En este envío, Leyente inteligente, te llegan los comentarios del domingo 30 de julio y de los domingos 6 y 13 de agosto. El próximo martes estaré en modo avión camino de las tierras de Palestina-Israel en compañía de otras quince personas. Este es el motivo por el cual te llegan de esta manera los comentarios para las tres semanas siguientes. A partir de la segunda quincena de agosto recuperaré el ritmo semanal de estos envíos.
Muchas gracias por tu comprensión y espero que los calores del verano del Norte o las inclemencias del invierno del Sur nos permitan, a ti y a mí, mantener la claridad de ánimos de cada una de nuestras neuronas.
Yo iré quitando cada semana. Para respetar la idea de Carmelo
38.Domingo 19º del T. O. A.MATEO-Domingo 38º de la Iglesia.El día del libro.20230813 3
7.Domingo 18º del T. O. A.MATEO-Domingo 37º de la Iglesia.Táctica y estrategia.20230806
36.Domingo 17º del T. O. A.MATEO-Domingo 36º de la Iglesia.La filosofía del liderazgo.20230730
Un abrazo muy grande. Carmelo Bueno Heras
DECIMOSÉPTIMO DOMINGO ORDINARIO
Prepara tu vuelta a “casa”. Ahí empieza para ti el verdadero camino, el de la vida diaria. Cuenta a quien te quiera oír lo que has visto y oído en el Camino. Invita a otros a vivir esta experiencia del Camino, a beber gratuitamente de la fuente de vida que brota a raudales para todos.
DECIMOSEXTO DOMINGO ORDINARIO
Tiempo para dejar que el Evangelio de cada día llene de agua tu pozo.
Tiempo para caminar como peregrinos acompañados de la Virgen.
Tiempo para agradecer la vida y la fiesta, el encuentro con los demás.
Tiempo para buscar en el silencio al que Dios que nos ama.
Tiempo para regalar a quien está solo, enfermo, … una palabra de aliento y esperanza.
Tiempo para leer un buen libro que te ayude a vivir con alegría la vida de cada día.
Tiempo para encontrarte contigo mismo, agardecer tu vida y ponerla en las manos de Dios.
Tiempo para reflexionar como estás viviendo esta experiencia de pandemia.
Tiempo para tejer entre todos un proyecto de paz y solidaridad para el mundo.
«¡Creedme! lo he experimentado personalmente: podemos aprender más en los bosques que en los libros. Piedras y arboles te harán comprender cosas que ningun maestro seria capaz de hacerte comprender… » (San Bernardo).
Domingo XVI del tiempo ordinario23
Feliz verano. Un abrazo, mi oración y mucha salud. Antón
16º domingo Tiempo ordinario (A)
EVANGELIO
Dejadlos crecer juntos hasta la siega.
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 13, 24-43
En aquel tiempo, Jesús propuso otra- parábola a la gente:
-«El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, su enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo:
«Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?»
Él les dijo:
«Un enemigo lo ha hecho.»
Los criados le preguntaron:
«¿Quieres que vayamos a recogerla?
Pero él les respondió:
«No, que, al arrancar la cizaña, podríais arrancar también el trigo. dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores: «Arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero.»
[Les propuso esta otra parábola:-«El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un arbusto más alto que las hortalizas, y vienen los pájaros a anidar en sus ramas.»
Les dijo otra parábola:
-«El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, y basta para que todo fermente.»
Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les exponía nada.
Así se cumplió el oráculo del profeta:
«Abriré mi boca diciendo parábolas, anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo.»
Luego dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle:
-«Acláranos la parábola de la cizaña en el campo.»
Él les contestó:
-«El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles.
Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será al fin del tiempo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su reino a todos los corruptores y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga.»]
Palabra de Dios.
HOMILIA
2016-2017 –
23 de julio de 2017
IMPORTANCIA DE LO PEQUEÑO
Al cristianismo le ha hecho mucho daño a lo largo de los siglos el triunfalismo, la sed de poder y el afán de imponerse a sus adversarios. Todavía hay cristianos que añoran un Iglesia poderosa que llene los templos, conquiste las calles e imponga su religión a la sociedad entera.
Hemos de volver a leer dos pequeñas parábolas en las que Jesús deja claro que la tarea de sus seguidores no es construir una religión poderosa, sino ponerse al servicio del proyecto humanizador del Padre (el reino de Dios), sembrando pequeñas “semillas” de Evangelio e introduciéndose en la sociedad como pequeño “fermento” de vida humana.
La primera parábola habla de un grano de mostaza que se siembra en la huerta. ¿Qué tiene de especial esta semilla? Que es la más pequeña de todas, pero, cuando crece, se convierte en un arbusto mayor que las hortalizas. El proyecto del Padre tiene unos comienzos muy humildes, pero su fuerza transformadora no la podemos ahora ni imaginar.
La actividad de Jesús en Galilea sembrando gestos de bondad y de justicia no es nada grandioso y espectacular: ni en Roma ni en el Templo de Jerusalén son conscientes de lo que está sucediendo. El trabajo que realizamos hoy sus seguidores es insignificante: los centros de poder lo ignoran.
Incluso, los mismos cristianos podemos pensar que es inútil trabajar por un mundo mejor: el ser humano vuelve una y otra vez a cometer los mismos horrores de siempre. No somos capaces de captar el lento crecimiento del reino de Dios.
La segunda parábola habla de una mujer que introduce un poco de levadura en una masa grande de harina. Sin que nadie sepa cómo, la levadura va trabajando silenciosamente la masa hasta fermentarla enteramente.
Así sucede con el proyecto humanizador de Dios. Una vez que es introducido en el mundo, va transformando calladamente la historia humana. Dios no actúa imponiéndose desde fuera. Humaniza el mundo atrayendo las conciencias de sus hijos hacia una vida más digna, justa y fraterna.
Hemos de confiar en Jesús. El reino de Dios siempre es algo humilde y pequeño en sus comienzos, pero Dios está ya trabajando entre nosotros promoviendo la solidaridad, el deseo de verdad y de justicia, el anhelo de un mundo más dichoso. Hemos de colaborar con él siguiendo a Jesús.
Una Iglesia menos poderosa, más desprovista de privilegios, más pobre y más cercana a los pobres, siempre será una Iglesia más libre para sembrar semillas de Evangelio, y más humilde para vivir en medio de la gente como fermento de una vida más digna y fraterna.
José Antonio Pagola
Pan de sabor y saber
21, 22, 23. Viernes. Sábado. Domingo. Fin de semana en pleno verano y con ola de calor incluida. Bueno, esta ola, por estas tierras. Por otras tierras con otras olas, seguro. A cada cual lo suyo.
DECIMOQUINTO DOMINGO ORDINARIO
Tiempo de sembrar – 15º Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Mt 13,1-23. Jesús estaba convencido de la extraordinaria fuerza de la palabra. Vivía abierto a la palabra como la buena tierra que acoge la semilla y la cuida y así, la semilla puede germinar. ¿Qué tenemos que hacer para que las palabras de Jesús se siembren hoy en nosotros, en la tierra de nuestra vida?
Un saludo: 15º Dom. T. O. Ciclo A
Fernando
‘Atráenos, Virgen María, caminaremos en pos de ti’, mujer de pasos presurosos, apremiada por el amor; Viña fecunda, cuyo fruto es Cristo; Lugar de la Presencia divina, y manifestación de su Gloria; muéstranos tu solicitud materna vistiéndonos el Santo Escapulario, tú que estás vestida de Dios: adornada de fe, esperanza y caridad y revestida de los sentimientos y actitudes de Jesús y de las virtudes evangélicas y domésticas. Amén.
Para transitar por esta ola de calores sin llegar a perder la compostura me sugiero un par de remedios, de entrada: agua y abanico. Es decir, mantenerme hidratado y tener siempre la sensación de que no me falta el aire. Así sigo y no me va del todo mal. Transito, que no es poco, sino lo más importante. Y después de esto, todo lo demás,como por ejemplo, escribir lo justito (breve y poco, como trataré de hacerlo en esta presentación) y leer más bien menos, es decir, lo bastante como para no perder el hábito de alimentarse. Y a ser posible que esta lectura se lleve a cabo en lo más parecido a la narración de pequeñas aventuras.
DECIMOTERCERO DOMINGO ORDINARIO
Huellas – 13º Domingo Tiempo Ordinario, Ciclo A
Mt 10,37-42. Muchas personas a lo largo de la historia han descubierto huellas que han decidido seguir. ¿Tú? ¿Qué huellas has encontrado? ¿Qué pistas sigues en tu vida?
Un saludo:
Fernando.
DUODÉCIMO DOMINGO ORDINARIO
Que tengas un buen final de semana y un buen domingo.
Enviados a la misión – 12º Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Mt 10, 26-33. En este evangelio, Jesús habla a sus discípulos, les anima a no tener miedo. Él nos ha elegido como sus discípulos y esto puede asustarnos a veces. A veces podemos sentir que vamos a contracorriente, pero esta misión no es más que poner nuestra pequeña parte de valor al servicio de los demás. Descubrir que la verdadera misión es ser testigos del auténtico amor en nuestra vida ordinaria.
Un saludo:
Fernando.
«Una cosa bella es una alegría para siempre. En cambio el insulto, la mentira o la descalificación permanente del otro generan tristeza y desaliento» (Kent).
«¿Qué remedio para no estar triste? Arrimaos a Dios. ¿Cómo queréis descansar estando arrimados a una nave que nunca está quieta? Si estás arrimado a tu corazón y lleno de tu propia voluntad y antojo, ¿cómo has de descansar? Arrimaos a Dios. Subíos al cielo, donde no llegará tormenta de trabajos. Poned vuestra esperanza en Dios.» (S. Juan de Avila).
UNDÉCIMO DOMINGOS ORDINARIO
No somos ovejas sin pastor – 11º Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Un saludo:
Fernando.
Mirar el verano con los ojos de María
María,
Señora y Madre.
Queremos mirar el verano contigo.
El cuerpo al sol y el descanso reconfortante.
Los conflictos que no se toman vacaciones y
el gozo de los amigos y amigas.
El paisaje que embellece y la fiesta en cada pueblo.
Dios, siempre, belleza inagotable.
Mirarlo todo con tus ojos,
para convertir todo en transparencia
de tu corazón habitado por la gracia.
María, préstanos tus ojos para mirar el cuerpo, que se descubre en el verano para que lo acaricie el sol y se mete en el mar buscando salud; que suda en el trabajo y llena la vida de gestos; que permite el encuentro, la sonrisa, el beso; que expresa lo mejor y peor que llevamos dentro; que hasta se hace plegaria al Dios vivo, ofrenda de manos abiertas al caer de la tarde.
Tú María, tenías un mirar limpio. Te brotaba de dentro. Nunca separaste tu forma de mirar del Dios que te miraba y te embellecía con sola su mirada, dejándote revestida de hermosura y de gracia. Todo tu cuerpo era icono de Dios, expresión de su ternura. Qué bien suena decir en el saludo que te dirigimos: ¡Bendito el fruto de tu vientre!, el fruto que al crecer se hizo entrega de amor por nosotros.
Enséñanos, María, a querer y a habitar nuestro cuerpo. Somos cuerpo, y nuestro cuerpo es hogar de la trinidad, lugar de encuentro.
Haznos ver el cuerpo, todo cuerpo, como espacio de amor y libertad, nunca como un objeto para usar y abandonar después.
Ayúdanos a rodear con tu mirada el cuerpo de la mujer y del hombre, del pájaro y el árbol, de la piedra y la gota de agua… para abrir caminos de belleza y creatividad en el mundo, de respeto y admiración por cada cosa que Dios creó.
«Y yéndolos mirando
con sola su figura
vestidos los dejó de hermosura»(San Juan de la Cruz)
María, préstanos tus ojos para vivir el descanso. ¡El descanso!, que no es lujo y sí oportunidad de abrir ventanas cerradas mucho tiempo y dejar libres tantas posibilidades prisioneras. ¡El descanso!, que limpia nuestros ojos para ver lo de cada día: la calle, a las gentes, la vida; que recrea las energías agotadas. ¡El descanso!, «noche sosegada…, música callada, soledad sonora»; anuncio en el corazón de la venida de Dios.
Tú, María, aprendiste a descansar en las manos de Dios. Estabas contigo y con El y eso es descanso profundo. No te rompieron por dentro los problemas, ni las prisas, ni la cruz. La confianza te ayudó a vivir unificada, serena. Entendiste que la vida no es una carrera alocada por hacer cosas y más cosas, sino dejarse hacer. «Hágase», decías cada día, y te crecía dentro el gozo y la paz.
Enséñanos a descansar, porque tantas idas y venidas no nos dejan ni vivir ni estar serenos.
Haznos ver el descanso como una oportunidad para gozar más de la vida, para estar con nosotros/as y con los demás, para jugar y reír, para no hacer nada y descubrir de paso lo esencial, lo que se escapa a menudo a nuestra mirada posesiva.
Ayúdanos a encontrar y cultivar el descanso en Dios, el que recrea de noche nuestra fuente.
«Gocémonos, Amado,
y vámonos a ver en tu hermosura
al monte y al collado
do mana el agua pura;
entremos más adentro en la espesura»(San Juan de la Cruz)
Buen inicio del verano. Un abrazo, mi oración y mucha salud. Un abrazo
Con las fiestas del Corpus y sus procesiones se acaban en la Iglesia los domingos ‘super-especiales’ hasta finales del mes de noviembre cuando se comience el nuevo Tiempo de Adviento y Navidad. Y, ¿hasta entonces, en la Iglesia? Tiempo Ordinario. Verano y su otoño. El tiempo propicio y apropiado para que la pastoral de sus pastores ‘innove’, ‘invente’, siembre, cree o proponga o programe una fiesta nueva. Lo que importa es que se vea la iglesia o que la iglesia vea. Y cuanta mayor sea la visión, es decir, la ostentación más adeptos se captarán para sus estadísticas. Así que de domingo a domingo, en este Tiempo Ordinario se podrá leer, por fin, el Evangelio de Mateo ordenado, seguido y hasta el final. Eso podría ser, pero jamás lo será. Y para comenzar, esta iglesia nos deja in albis, en blanco, a propósito del primer discurso que colocó este Evangelista Mateo en boca de su Jesús de Nazaret. ¡Imperdonable este pecado contra el Espíritu!
CORPUS CHRISTI
Que tengas un buen final de semana y un domingo del Corpus
Caridad y justicia – El Cuerpo y la Sangre de Cristo, Ciclo A
Jn 6,51-58. La festividad del Corpus Christi, se convierte de forma directa y solidaria en el Día de la Caridad. Se trata de la festividad en la que se pone de relieve nuestro más amplio y profundo sentido de solidaridad, para cubrir una etapa caritativa, mostrar el acercamiento hacia los más necesitados y poner el acento en la importancia de la gratuidad como valor indispensable para construir una sociedad más justa, equitativa y solidaria
Un saludo: 10. Fiesta del Corpus Christi
Fernando.
Nunca llueve a gusto de todos
SANTÍSIMA TRINIDAD
Pray – Domingo de la Santísima Trinidad, Ciclo A
Jn 3,16-18. Hoy se nos invita a reconocer la clave del proyecto de Jesús, tener vida, que se traduce en orar por otros. En este día, especialmente, se recuerda a las comunidades que oran en silencio por otros. ¿Oramos hoy por todos los que oran por nosotros?
Un saludo:
Fernando.
«Sin el Espíritu, Dios queda lejos, Cristo permanece en el pasado, el evangelio es letra muerta, la Iglesia es pura organización, la autoridad es tiranía, la misión es propaganda, la liturgia es simple recuerdo, y la vida cristiana una moral de esclavos» (Ignacio IV Hazim, patriarca de Antioquía).
Hace cuatro días mal contados hablaba o escribía de las ‘elecciones’ en esta página de presentación de los comentarios del Evangelio. Y también hablaba de ello hace no mucho en ese comentario que ofrezco semana tras semana en la página titulada ‘Cinco minutos de aires bíblicos’. Hemos llegado, paso a paso de la mano del tiempo que camina a su ritmo, al primer domingo del mes de junio. Y en esta tierra que me sostiene seguimos ‘de hoz y coz’ de elecciones.
PASCUA
PENTECOSTES
Que tengas un buen final de semana y un buen domingo de Pentecostés
Os envío – Pentecostés, Ciclo A
https://youtu.be/ih9lzT6vTnY
Jn 20,19-23. Jesús los «envía». No les dice en concreto a quiénes han de ir, qué han de hacer o cómo han de actuar: «Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo». Su tarea es la misma de Jesús. No tienen otra: la que Jesús ha recibido del Padre. Tienen que ser en el mundo lo que ha sido él.
Un saludo: 8. Fiesta de Pentecostés. Ciclo A
Fernando.
En tiempo de ‘elecciones’, que cada cual seleccione
Última semana del mes de mayo. Aquí donde respiro y vivo todo son ‘esperanzas de futuro inmediato’. ¿Se les puede llamar así a las esperanzas que se reparten alegremente en unos procesos electorales para los cargos públicos de la política? Esas esperanzas de futuro inmediato suelen demorarse año tras año hasta casi perderse en el baúl de los recuerdos olvidados. Cosas de la picaresca política. Cosas del lenguaje electoral. Fruta del tiempo. Agua de chaparrón que ni tan siquiera refresca el ambiente. Pero es necesario ir a votar. Es urgente hacerlo para seguir recordando la conquista que supuso que todo ser humano pueda decir algo, aunque sea sólo con un papel en blanco.
Y en este ámbito de la fiesta de Pentecostés los eventos se multiplican. Eventos sociales casi todos. Eventos de romerías del Rocío por estas tierras de nuestro sur de España. Las hermandades y sus liturgias. Los asaltos, las procesiones y, sobre todo, los romeros y las romeras (suena extraño).
Y los eventos se hacen sociales porque toda una clase se confirma. Hasta la propia hija de los reyes de estas tierras se confirma. Todo llega. La costumbre coincide con el curso de cuarto de la Educación Secundaria Obligatoria . ¿16 añitos? Más o menos. Justo antes del comienzo de los dos años del Bachillerato. Confirmación social, me suelo decir, aunque se haga con luz y taquígrafos de la entidad eclesiástica. Son números para las estadísticas. Lo que decimos y llamamos ‘Espíritu Santo’, ¿realiza también sus propias estadísticas? Pienso más bien que se hace aire y sopla donde quiere, como quiere y a quien quiere. Bueno, no sabemos muy bien lo que hace o deja de hacer. Es el aire. En ocasiones se hace huracán violento, vendaval, sunami, brisa de mañana, airecillo de la tarde por los senderillos a la orilla de los arroyuelos de los valles en las tardes del verano que ya huelen a otoño. El Espíritu, la confirmación. Los eventos de lo social religioso más para las estadísticas que para las experiencias de hacerse humano y responsable.
Y hasta ahora nada he dicho de la ‘marianidad (de María)’ en estas presentaciones de los dominicales eventos de mayo. El próximo domingo es junio. Así que una palabra sobre este asunto de ‘la señora María’. Cada mayo que pasa pienso más seriamente que a la ‘señora María’ nos la han robado por la Reina y Señora de todo lo creado y de todos los creados. Después de la stm. Trinidad, nadie como ella en autoridad. María de Nazaret se ha quedado ocultada bajo las coronas, los mantos y las excelsidades de la Gloria de la ostentación. La señora María, la de andar por casa, se nos va evaporando entre los sueños de las grandezas. Santa María pertenece al Panteón de sus ilustrísimas. Escrito lo dejo. Me quedo una vez más con la señora María en los adentros de mi normalidad de ser humano.
Creo que ya es suficiente el contenido de la actualidad para empaparnos del mensaje de las dos referencias bíblicas de estos comentarios del 28 de mayo.
A continuación se puede leer ambos comentarios.
Y en el archivo adjunto se encuentran también tales comentarios. 27.Domingo de Pentecostés A.MATEO-Domingo 27º de la Iglesia.Eva en el Paraído.20230528
Carmelo Bueno Heras
LA ASCENSIÓN DE JESÚS
Que tengas un buen final de semana y un buen domingo.
Presencia – Ascensión del Señor, Ciclo A
Mt 28,16-20. Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin de los tiempos. Esta promesa deberíamos de tenerla bien grabada en el corazón. Es el fundamento de nuestra entrega, del amor y del testimonio que estamos llamados a dar. Que nunca dudemos de su entrega, porque vivimos esperanzados y confiados.
7. Fiesta de la Ascensión. Ciclo A
Un saludo:
Fernando.
Aprende a vivir en comunión. Es un arte que enseña el Espíritu. El proyecto de amor que Jesús te ofrece no es para que lo lleves a cabo a solas. En la nueva humanidad que inaugura Jesús están presentes las tres Personas de la Trinidad y están muchos hermanos y hermanas que Dios te regala para hacer con ellos la nueva civilización del amor, para caminar juntos, en Iglesia sinodal.
SEXTO DOMINGO DE PASCUA
Que tengas un buen final de semana y un buen domingo.
No nos ha abandonado – 6º Domingo de Pascua, Ciclo A
Jn 14,15-21. A veces nos pueden las dificultades de la vida, la pena y el dolor de la pérdida, como a los primeros discípulos cuando murió Jesús. Pero Él sigue presente entre nosotros, en nosotros… resucitado, no nos ha abandonado. Hoy el evangelio nos invita a reflexionar y orar esta experiencia de resurrección. ¿Sabemos dónde buscar a Jesús? ¿Cómo y dónde nos encontramos con Él?
Un saludo:
Fernando
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Mirando a la vida
- La vida tiene su morada en el corazón, pero se asoma a los caminos. Y ahí se hace encrucijada, encuentro de unos con otros, historia.
- El ser humano es peregrino en busca de nuevas fuentes para su sed. En los caminos escucha las pisadas de otros caminantes.
- Hoy camina la mujer. Frente a toda crisis de cansancio y de muerte, aparece la mujer como signo de vida, como aliento.
- La salvación del mundo pasa por la mujer. Hoy camina la mujer con el respeto y el cuidado de la vida, la sensibilidad y la ternura, la solidaridad y la colaboración, la paz y la belleza. «María es modelo e icono plenamente realizado que antecede con su luz al Pueblo de Dios que peregrina, como signo de esperanza y de consuelo» (LG 68).
Texto Bíblico
«En aquellos días, se puso en camino María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá» (Lc 1, 39).
Comentario
- María se puso en camino hacia la casa de su prima, en camino de fe y amor, de confianza y servicio. Así de sencillo, así de profundo.
- Percibió una necesidad concreta en Isabel y encaminó hacia allí sus pies. Se hizo samaritana.
- Caminó, consciente del fruto que llevaba en su vientre. Avanzó en la peregrinación de la fe.
- Durante el camino fue reflejando la luz de Cristo en cada etapa, en cada palabra, en cada mirada. Como nueva arca de la alianza, todo lo fue sembrando de serena alegría. «Yo acariciaba mi seno para tocarle, porque El estaba allí al tiempo que en todas partes. Cuando yo respiraba, respiraba El; cuando yo bebía, bebía también el autor del aire, del agua y de la sed. Cuando yo me alimento Dios de mi vida, ¿sostengo yo tu sangre o tú la mía?» (Martín Descalzo)
Palabra de la Iglesia: «María, es la Virgen oyente, que acoge con fe la Palabra de Dios: fe, que para ella fue premisa y camino hacia la Maternidad divina… esto mismo hace la Iglesia que escucha con fe, acoge, proclama, venera la Palabra de Dios y la distribuye a los fieles como pan de vida» (Marialis Cultus 17).
Feliz Pascua. Un abrazo, mi oración y mucha salud. Antón
Leyente inteligente
QUINTO DOMINGO DE PASCUA
Que tengas un buen final de semana y un buen domingo.
Conocer para querer – 5º Domingo de Pascua, Ciclo A
Un saludo: 5º Dom. Pascua. Ciclo A
Fernando.
ORAR ES CONOCER LA VOZ DE JESÚS
Pocas imágenes tan bonitas referidas a Jesús como ésta del buen pastor. Presta atención a todo lo que hace el buen pastor y aplícalo a tu vida.
Fíjate también en otra imagen de Jesús que aparece en el evangelio. Él es la puerta abierta por la que entran sus amigos y experimentan la vida. Jesús es la única fuente de salvación.
Pide al Espíritu que afine tu oído para reconocer y seguir la voz de Jesús, que te ponga en camino para entrar en la Iglesia, la comunidad de Jesú
Comienza tu oración poniendo los ojos en Jesús, el buen pastor.
Abre la puerta de tu vida a Jesús. Él viene abiertamente y con sinceridad. No es como los explotadores y ladrones, que vienen con engaños y llaman mal a la libertad y bien a la sumisión.
No tengas miedo de presentarle tus necesidades. Él te acoge, cura todas tus heridas, te quita los miedos y te devuelve la confianza.
Intima con Jesús. Él te conoce y quiere mantener contigo una relación personal. Te llama por tu nombre. Te busca si te pierdes con amor.
Sigue a Jesús. Él abre camino entregando la vida a favor de la vida de todo ser humano. Te invita a hacer tú lo mismo.
Entra con alegría en la nueva comunidad de Jesús, la que tiene como misión mirar, escuchar, compartir, acompañar, cuidar la vida.
Escucha y guarda en el corazón lo que Jesús te dice:
“Yo soy tu pastor, nada te falta:
en verdes praderas te hago recostar;
te conduzco hacia fuentes tranquilas
y reparo tus fuerzas.
Te guío por el sendero justo, por el honor de mi nombre.
Aunque camines por cañadas oscuras,
nada temas porque yo voy contigo:
mi vara y mi cayado te sosiegan.
Preparo una mesa ante ti, enfrente de tus enemigos;
te unjo la cabeza con perfume, y tu copa rebosa.
Mi bondad y mi misericordia
te acompañan todo los días de tu vida,
y habitarás en mi casa por años sin término” (Sal 22).
Feliz Pascua.
Estamos ya en un nuevo fin de semana.
CUARTO DOMINGO DE PASCUA
Que tengas un buen final de semana y un buen domingo.
Un problema de ruido – 4º Domingo Pascua, Ciclo A
https://youtu.be/31HvNJV5ErE
ORAR ES VER A JESÚS CON EL CORAZÓN
Tu camino de encuentro con Jesús puede ser un proceso largo, como el de los discípulos de Emaús. Lo importante es que descubras que te pase lo que te pase, Jesús no te abandona. Incluso cuando crees que vas para atrás, Él te acompaña.
Descubre en este evangelio una eucaristía. El perdón, la escucha de la Palabra, el pan partido y repartido, el anuncio a la comunidad son los pasos que hay que dar para ver lo esencial con el corazón: que Jesús ha resucitado y que en Él es el fundamento de nuestra existencia.
Quiero ser misionero/a de tu
Final ya del mes de abril, el de las aguas mil. Y así habrá sido en más de un lugar de la geografía mundial. Y así NO habrá sido en más de otros lugares de esta misma geografía. Ya lo decía el antiguo memorial popular: ‘Nunca llueve a gusto de todos’. Esto me lo está gritando alguna otra melodía también conocida: ‘Así como viene el viento, habrá que ponerse la capa’.
TERCER DOMINGO DE PASCUA
Que tengas un buen final de semana y un buen domingo.
Él cambia tu perspectiva – 3º Domingo de Pascua, Ciclo A
Lc 24,13-35. La frustración se apodera de los dos discípulos en el camino de Jerusalén a Emaús, momentos por los que a veces pasa el seguidor de Jesús. Fue necesaria la presencia de Jesús y salir al encuentro de ellos para revisar sus experiencias y recuperar su ilusión.
Estamos en la mitad del camino de la Pascua. Tercera semana de las seis programadas. Y estoy seguro de que todo irá la mar de bien, para unos. Y no tan bien para otros. Nunca llueve a gusto de todos y en estos días del abril primaveral menos que en otros años, dicen por estas tierras. Se va haciendo realidad poquito a poco que ‘el desierto de los lares africanos se comienza a sentir de los altos Pirineos hacia abajo’ o hacia el sur. Así, pues, la experiencia de la Pascua comienza a sintonizar con la sombría presencia de la sequía y la sed.
Para orar en la Pascua
Acércate a Jesús para tener vida. Por muy cerradas que estén tus puertas, Él quiere y puede entrar en tu vida, se pone en medio, es Fuente de Vida. Te regala la PAZ. En todos los anocheceres de tu vida, Jesús viene siempre a tu encuentro.
Mi corazón te espera. Ven, Señor Jesús. Dame la paz.
Mira las manos y el costado de Jesús. Son las señales del amor y de la victoria. Con ellas podrás caminar del miedo al anuncio misionero, del individualismo a la universalidad, de la incertidumbre a la esperanza.
Muéstrame, una y otra vez, tu amor. Sin ti me encuentro desamparado/a. Quita de mi corazón todos los miedos. Reavívame la esperanza.
Alégrate al ver al Señor. No le pierdas el rastro a la alegría que Él te regala.
Sopla sobre mí y envíame tu Espíritu. ¡Cuánto necesito su valentía! Dame la paz para que pueda ser testigo de tu amor.
Vive tu fe en comunidad. La comunidad no es un lujo, sino una necesidad para que descubras la presencia de Jesús; en ella puedes oír la fe a tus hermanos y hermanas. Su testimonio es un ruido ensordecedor de las cascadas de la vida nueva:
«Hemos visto al Señor».
Expresa tu fe. Dile a Jesús lo que el Espíritu pone en tu corazón. El no mira tus pecados, sino tu fe. ¡Dichoso tú si crees en Jesús!
Señor mío y Dios mío. Gracias por tu amor gratuito y total. Dame fuerza para ponerme en medio, como Tú, y seguir amando y sirviendo, como Tú.
A seguir disfrutando de la Pascua. Un abrazo, mi oración y mucha salud. Antón
SEGUNDO DOMINGO DE PASCUA
Que tengas un buen final de semana y un buen domingo.
Ver – 2º Domingo Pascua, Ciclo A
https://youtu.be/De1-OKpSJBo
Jn 20,19-31. Lo maravilloso ocurre en lo oculto delante de tus ojos, en lo imprevisible, en el momento más inoportuno o en el momento más inesperado. Y en medio, has de creer que todo sucederá. ¿Creerás aunque no veas grandes señales?
Un saludo:
Fernando.
«EL SEÑOR ES MI VIDA»
“He resucitado y aún estoy contigo.
Has puesto sobre mí tu mano:
tu sabiduría ha sido maravillosa.
Aleluya”.
Cristo ayer y hoy
principio y fin
alfa y omega.
Suyo es el tiempo y la eternidad.
A él la gloria y el poder,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Señor, Dios de la Vida,
remueve la piedra de nuestro egoísmo,
la piedra que ahoga nuestra esperanza,
la piedra que destruye el entusiasmo,
la piedra que cierra el corazón al perdón.
Resucita en nosotros la alegría,
las ganas de vivir,
el deseo de soñar.
Haznos personas resucitadas,
que no se dejan envolver por la muerte,
sino que cuidan y alientan siempre
el germen de vida en el que creen.¡Feliz Pascua!
Un abrazo, mi oración y mucha salud. Antón
SEMANA SANTA
DOMINGO DE PASCUA/RESURRECCIÓN
Que tengas un buen Domingo de Resurrección.
Hoy se cumple – Domingo de Resurrección, Ciclo A
Un saludo:
5. Pascua de Resurrección. Ciclo A
Fernando.
Que tengas un buen día de Sábado Santo.
Domingo de Resurrección23
Un saludo:
Fernando.
Enhorabuena, Pascua de Luna Llena.
VIERNES SANTO
Que tengas un buen día de Viernes Santo.
Un saludo:3. Viernes Santo-2
Fernando.
https://youtu.be/G6T6rtJLpyU
JUEVES SANTO
Que tengas un buen día de Jueves Santo.
Un saludo:2. Jueves Santo-2
Fernando.
DOMINGO DE RAMOS
Que tengas un buen final de semana y un buen día de Domingo de Ramos
La locura de AMAR – Domingo de Ramos, Ciclo A
https://youtu.be/pDOtuXWZBpQ
Mt 26,14-27, 66. Dios crucificado es humilde y paciente, que respeta hasta el final la libertad del ser humano. Los cristianos seguimos celebrando al Dios crucificado, para no olvidar nunca el «amor loco» de Dios a la humanidad.
Un saludo:
Fernando
DOMINGO DE RAMOS